En lo más recóndito de la Sierra de Segura discurren, bellos como pocos, dos arroyos que luego, en su momento, serán río, el Guadalquivir. Son los Arroyos del Hombre y las Grajas. Ambos, de aguas limpias como el cielo, discurren en paralelo en las dos vertientes opuestas de una alineación montañosa situada entre la Sierra de Mirabuenos y el macizo en donde se ubica el Castellón de los Toros. Solo se verán en el Río Guadalquivir cuando sus cursos tributen a este gran río. Y ambos, pese a su corta vida, han horadado pacientemente maravillas naturales en su camino, como la Cerrada de Cubero, el primero y, las Cuevas del Arroyo de las Grajas (que yo llamo Cerrada de las Grajas), el segundo.
En esta primera incursión por estos lares remontaremos el Arroyo del Hombre para visitar el Cortijo del Tío Ratón para luego hacer una circular por el Arroyo de las Grajas con visita a las cuevas o cerrada que constituyen un mundo aparte.
Ruta en el Recuerdo de aquel Abril de 2.009.