"Gracias montaña por haberme dado lecciones de vida, por que fatigado he aprendido a gustar el reposo, por que sudando he aprendido a apreciar un sorbo de agua fresca, por que cansado me he detenido y he podido admirar la belleza de una flor, la libertad de un vuelo de pájaros, respirar el perfume de la sencillez, por que solo, sumergido en tu silencio, me he visto en el espejo y espantado he admitido mi necesidad de verdad y amor, por que sufriendo he saboreado la maravilla de la cumbre, percibiendo que las cosas verdaderas, aquellas que llevan a la felicidad, se obtienen sólo con fatiga, y quien no sabe sufrir nunca podrá entender".

Battistino Bonali alpinista Italiano, Fallecido en la cara norte del Huascarán – Perú 1993.

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domingo, 8 de noviembre de 2009

Por el Puntal de las Palomas


El Puntal de las Palomas es un bello rincón del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas que con sus 1.809 m sobre el nivel del mar domina una de las encrucijada de panorámicas más bellas de estos lugares. Así al Este se "vive" a distancia la inigualable Sierra de la Cabrilla; al Oeste uno se regala las vistas a la Cuerda de los Alcañetes; al Norte, el áspero Caballo de Valdezores; y al sur la impresionante barrera de los Poyos de la Carilarga, estre otros. Si además se visita tras una invernal madrugada que ha dejado "helado" hasta el tiempo las impresiones son mayores. Y si además voy acompañado de mi inseparable Muflón 2001 tengo por seguro que la experiencia va a ser inolvidable. Como así fue.            

Saliendo del Collado de la Fuente Bermejo y remontando una magnífica senda perdida que se encuentra cerca de la fuente llegaremos a entroncar en cierto momento con un viejo camino el cual nos llevará sabiamente cerca del Puntal. Desde allí a la Casa de Nava de Paulo y Collado de la Zarca.    



Si bien la senda que se indica el mapa no es del todo exacta este nos aproxima bastante al lugar por el que discurrimos.

Bella imagen mañanera de la Nava de San Pedro, lugar en donde siempre que vamos visitamos a nuestro buen amigo Antonio el Cabrero con el que luego comimos.

Ya son muchos años, ¿verdad Antonio?. Y es que los amigos de verdad siempre perduran. Lo demás se pierde en el tiempo...  












 




Collado del Cerecino, puerta de entrada a la Sierra de la Cabrilla. 


Ruinas de la Casa de la Nava de Paulo.
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Gracias por compartir mis recuerdos...

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