De entre las montañas más bellas que podemos encontrar en el sistema Subético destaca la Sierra de las Villas, expresión máxima de la belleza vertical que atesoran las montañas. De entre las tres sierras que dan el nombre genérico al Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, es esta sin duda, la menos conocida y sin embargo la más aclamada por quienes la han experimentado. También es, por desgracia, la más castigada por el fuego, si bien no ha logrado arrancarle ni mucho menos el espíritu natural que guarda en sus entrañas.
"No siempre ocurre que las cimas más importantes estén rodeadas de un marco excepcional pero en este caso este hecho se cumple al cien por cien. La cabecera del Río Aguascebas Grande constituye un portentoso anfiteatro montañoso en el que las cumbres, cuyas alturas están comprendidas entre los 1.700 y 1.800 metros, desploman unas rotundas murallas hacia su vertiente oeste. Enormes pinos salgareños se aferran a las paredes rocosas desafiando las leyes de la gravedad. Infinidad de arroyos y torrentes se descuelgan en cascadas y rápidos colmando el aire de este lugar del sonido del agua viva. La vegetación cubre el paisaje por doquier hasta saturar el ambiente de olor a humedad y bosque." (Enrique A. Marín Fernández)
Hay cierta confusión en torno a la denominación de esta montaña. En los mapas del IGN y en algunas cartografías realizadas por el Parque, es llamado Pedro Miguel o Alto de Pedro Miguel. En cambio en los mapas de la Editorial Alpina y en los del SGE, aparece reflejado con el nombre de Blanquillo. Yo me decanto por seguir esta última denominación, criterio seguido también por Juan García Gallego.
Comarca de Las Villas
Las Villas es una comarca del este de la Provincia de Jaén. La población de esta comarca es de 22.091 habitantes (según los datos del INE para 2007), tiene una superficie de 556,38 km², y una densidad de población de 40 hab/km².Una parte significativa del territorio de la comarca de Las Villas forma parte del Parque Natural de la Sierra de Cazorla, Segura y Las Villas.
Tradicionalmente, junto con la comarca de La Loma, se ha considerado que ambas forman una sola comarca, denominada La Loma y las Villas. Sin embargo a partir del 27 de marzo de 2003 de acuerdo con el catálogo elaborado por la Consejería de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía, se modifican las comarcas de Jaén quedando así Las Villas y La Loma dos comarcas indepedientes.
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La Sierra de las Villas (o de las Cuatro Villas) forma parte del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y las Villas. Es la más pequeña en extensión (dentro del parque) y posiblemente la menos conocida pero no por ello menos bella y espectacular.
Cartografía IGN (Iberpix)
Perfil Vertical Ruta
Datos Técnicos de la Ruta
- Actividad: Senderismo
- Fecha: 10/10/2009
- Nombre: INVESTIGANDO LA SIERRA DE LAS VILLAS. CIRCULAR BLANQUILLO
- Sierra: Sierra de las Villas
- Comarca: Sierra de las Villas
- Municipio/Provincia: Jaén
- Posición Geológica Regional: Cordilleras Béticas - Zonas Externas - Prebético
- Distancia: 20,1 km
- Duración: 7 h
- Punto de Partida: Puente sobre el Arroyo de las Aguascebas de Gil Cobo (o de la Cueva del Agua, según el ING)
- Circular: Si
- Caminos Homologados: ____
- Itinerario: Puente sobre el Arroyo de las Aguascebas de Gil Cobo (o de la Cueva del Agua) - Cerrada de San Ginés - Desvío hacia el nacimiento del Arroyo de las Aguascebas de la Cueva del Agua- Blanquillo - Paraje El Blanquillo (investigación de paso hacia el Poyo de los Robles) - Collado del Perenoso - Camino de la Cañada del Avellano en dirección al Raso de la Honguera - Las Nogueras (investigbación de paso hacia la Lancha del Lobo y Cuerva del Peinero) - Vuelta por el mismo camino a la Cerrada de San Ginés - Punto de partida.
- Calificación Ruta: Circular por el corazón de las Sierras de las Villas con el objetivo de coronar el Pico Blanquillo y descender por el Collado del Perenoso, así como realizar dos investigaciones en busca de "pasos" nuevos (por los parajes El Blanquillo y Las Nogueras), por caminos y senderos evidentes salvo por los últimos tramos de trepada al pico Blanquillo, su destrepe hasta el Collado Perenoso y en las dos zonas de investigación, que se hace a trocha. Bonita ruta con preciosas panorámicas propias de esta sierra.
- Recomendaciones: Esta ruta y en general el senderismo de montaña requiere una adecuada preparación física, una buena planificación previa de la ruta en el sentido de conocer a donde se va y por donde, una buena intendencia alimentaría y liquida (no confiarse nunca en que nos podamos encontrar fuentes) y desde luego ir provisto del material adecuado (prendas, calzado…). E incluso aspectos tales como la meteorología y el saber seleccionar la ruta según la época del año son importantes tenerlos en cuenta a la hora de acometer una ruta de montaña de manera segura y por ende satisfactoria.
Descripción Ruta
Esta ruta tiene mucho de investigación pues además de acceder al Blanquillo y descubrir el espectacular Collado del Perenoso, queríamos encontrar otros "pasos" en esta soberbia sierra. Por un lado nos tenía intrigado la zona denominada El Blanquillo (IGN) y la posibilidad de conectar este paraje con el del Poyo de los Robles por debajo del Blanquillo, y encontrar, por otro, un paso que conectara el Paraje de Las Nogueras con el del Raso de la Honguera y de conseguirlo salir por la Cueva del Peinero. Ambas aventuras no se consiguieron plenamente pero nos dieron nuevos datos para conocer estos lugares un poco más así como nuevas panorámicas y satisfacciones (sobre todo en el Paraje de El Blanquillo). Pues a las montañas se las conoce así, con la curiosidad constante que querer descubrirlas tal y como son, intentándolas una y otra vez.
Con estas que bien pronto por la mañana nos juntamos un grupo de amigos en el área recreativa de Gil Cobo. Desde el puente sobre el Arroyo de las Aguascebas de Gil Cobo (o de la Cueva del Agua, según el ING), arranca una pista que se adentra en la cerrada de San Ginés, estrecho paso abierto por el río entre la Lancha del Lobo, al norte, y la Lancha de la Escalera, al sur. La pista, acompaña en suave ascenso al ruidoso Aguascebas del Gil Cobo, que llevamos a nuestra izquierda. Al poco de comenzar dejamos a nuestra derecha una caudalosa fuente. Si estamos atentos a la vegetación que nos circunda veremos, además de quejigos de bellas formas, tejos y acebos, a un lado y otro de nuestro camino. Ambas especies son bastante abundantes en esta sierra y nos informan claramente del fresco y húmedo clima de montaña que aquí reina. Las cascadas y las pozas de agua cristalina se suceden y, casi sin darnos cuenta, alcanzamos el punto más estrecho de la cerrada, donde las próximas paredes rocosas reverberan intensamente el fragoroso ruido del torrente, que aquí salta en una cascada muy cercana a la pista que, justo en este punto, cambia de orilla. Bruscamente, tras el estrecho, salimos a una hermosa pradera situada en la unión de los arroyos que forman la cabecera del Aguascebas de la Cueva del Agua (me gusta más esta denominación).
En este lugar, la pista se bifurca. El ramal de la izquierda asciende por un valle idílico hacia el collado del Perenoso y el pico Blanquillo. El de la derecha, en cambio, sube hacia el sur en dirección a Peña Corba y la cabecera del Río Aguascebas de la Fuente del Tejo. Seguiremos el primero si bien por poco tiempo pues en cuanto pasamos un recodo en donde la pista gira brúscamente a la izquierda, lugar por el que se atraviesa el Arroyo de las Aguascebas de la Cueva del Agua, realizamos una trepada a trocha en busca de un sendero que por encima de nosotros (y a no demasiada distancia) remonta la sierra en busca de los inicios del mismo arroyo (hay una fuente). Nos encontramos en el paraje denominado La Cueva del Agua (IGN). La senda que al principio es evidente con el tiempo se va "perdiendo" si bien no es un problema pues nos encontramos ya en las postrimerías de la mole que a modo de referencia nos va indicando el camino. Siempre en ascenso llegamos a la cuerda del Blanquillo en un punto bello como pocos pues ya nos muestra un avance de las panorámicas que luego vamos a disfrutar. Llama la atención la visión de Los Hermanillos enfrentado nuestro objetivo, el Blanquillo. Pero antes, y como no podía ser menos en una ruta de investigación, nos desplazamos por la cuerda en dirección opuesta en busca de un cerro de 1.611 metros que haciendo de tope de la cuerda misma nos ofreció unas colosales imágenes del valle por la que discurre el recién nacido Arroyo del Zarzalar de Arriba. Curso abajo este arroyo generará uno de los conjuntos de rincones más bellos que podemos encontrar en estas sierras: hablamos del Arroyo del Menbrillo o Zarzalar. Tras este escarceo nos dirigimos ya a la cima.
La panorámicas que se nos ofrecen desde esta cima son bastante similares a las que se tienen desde el Cerro de Pedro Miguel que más al sur se levanta. No obstante, es de destacar la excelente panorámica que desde aquí se tiene de las escarpadas cumbres septentrionales de las Sierra de Las Villas, que son sus cimas más altas y que constituyen, en su mayoría, la cabecera del río Aguascebas Grande. En este sentido, sobresale al este la cumbre más próxima a la nuestra. Los Hermanillos (1.787 m). Más al norte, se encuentran en orden de mayor a menor proximidad, Piedras Morenas (1.763 m), el Cubo (1.801 m), Hoyacillo (1.719 m) y Caballo Torraso (1.726 m) con su característica caseta de vigilancia de incendios, amén de otros cordales secundarios.
La bajada la realizamos por el corte central de la cima que la montaña ofrece en su vertiente oeste y que nos llevará, tras un fuerte destrepe, al Collado del Perenoso, si bien antes queríamos investigar otros "pasos". Justo después del destrepe que nos hace llegar a una preciosa navilla en vez de dirigirnos hacia el sur en busca del Collado del Perenoso lo hacemos en dirección contraria buscando el paraje que el IGN denomina El Blanquillo. Este lugar es un eden entre los edenes pues ofrece unas panorámicas fabulosas del mismo pico Blanquillo que por encima de nosotros se alza imponente. Lo continuamos un rato y vimos que ciertamente era posible acceder de nuevo a la cuerda de la sierra a través de torrenteras a cambio de fuertes trepadas. Y visto esto y no siendo nuestra opción volver de nuevo a la cuerdo sino bajar, nos centramos en intentar encontrar pasos ahora de bajada sin tener que hacerlo por el Collado del Perenoso. Primero por el lecho de una cascada que aprovecha un espectacular corte de la montaña para descolgar sus aguas desde las cumbres, que casi conseguimos, y luego ladera abajo por otro punto pero que no ofrecía la suficiente garantía de éxito. Y cuando hay que recular hay que recular.
Con estas que bien pronto por la mañana nos juntamos un grupo de amigos en el área recreativa de Gil Cobo. Desde el puente sobre el Arroyo de las Aguascebas de Gil Cobo (o de la Cueva del Agua, según el ING), arranca una pista que se adentra en la cerrada de San Ginés, estrecho paso abierto por el río entre la Lancha del Lobo, al norte, y la Lancha de la Escalera, al sur. La pista, acompaña en suave ascenso al ruidoso Aguascebas del Gil Cobo, que llevamos a nuestra izquierda. Al poco de comenzar dejamos a nuestra derecha una caudalosa fuente. Si estamos atentos a la vegetación que nos circunda veremos, además de quejigos de bellas formas, tejos y acebos, a un lado y otro de nuestro camino. Ambas especies son bastante abundantes en esta sierra y nos informan claramente del fresco y húmedo clima de montaña que aquí reina. Las cascadas y las pozas de agua cristalina se suceden y, casi sin darnos cuenta, alcanzamos el punto más estrecho de la cerrada, donde las próximas paredes rocosas reverberan intensamente el fragoroso ruido del torrente, que aquí salta en una cascada muy cercana a la pista que, justo en este punto, cambia de orilla. Bruscamente, tras el estrecho, salimos a una hermosa pradera situada en la unión de los arroyos que forman la cabecera del Aguascebas de la Cueva del Agua (me gusta más esta denominación).
En este lugar, la pista se bifurca. El ramal de la izquierda asciende por un valle idílico hacia el collado del Perenoso y el pico Blanquillo. El de la derecha, en cambio, sube hacia el sur en dirección a Peña Corba y la cabecera del Río Aguascebas de la Fuente del Tejo. Seguiremos el primero si bien por poco tiempo pues en cuanto pasamos un recodo en donde la pista gira brúscamente a la izquierda, lugar por el que se atraviesa el Arroyo de las Aguascebas de la Cueva del Agua, realizamos una trepada a trocha en busca de un sendero que por encima de nosotros (y a no demasiada distancia) remonta la sierra en busca de los inicios del mismo arroyo (hay una fuente). Nos encontramos en el paraje denominado La Cueva del Agua (IGN). La senda que al principio es evidente con el tiempo se va "perdiendo" si bien no es un problema pues nos encontramos ya en las postrimerías de la mole que a modo de referencia nos va indicando el camino. Siempre en ascenso llegamos a la cuerda del Blanquillo en un punto bello como pocos pues ya nos muestra un avance de las panorámicas que luego vamos a disfrutar. Llama la atención la visión de Los Hermanillos enfrentado nuestro objetivo, el Blanquillo. Pero antes, y como no podía ser menos en una ruta de investigación, nos desplazamos por la cuerda en dirección opuesta en busca de un cerro de 1.611 metros que haciendo de tope de la cuerda misma nos ofreció unas colosales imágenes del valle por la que discurre el recién nacido Arroyo del Zarzalar de Arriba. Curso abajo este arroyo generará uno de los conjuntos de rincones más bellos que podemos encontrar en estas sierras: hablamos del Arroyo del Menbrillo o Zarzalar. Tras este escarceo nos dirigimos ya a la cima.
La panorámicas que se nos ofrecen desde esta cima son bastante similares a las que se tienen desde el Cerro de Pedro Miguel que más al sur se levanta. No obstante, es de destacar la excelente panorámica que desde aquí se tiene de las escarpadas cumbres septentrionales de las Sierra de Las Villas, que son sus cimas más altas y que constituyen, en su mayoría, la cabecera del río Aguascebas Grande. En este sentido, sobresale al este la cumbre más próxima a la nuestra. Los Hermanillos (1.787 m). Más al norte, se encuentran en orden de mayor a menor proximidad, Piedras Morenas (1.763 m), el Cubo (1.801 m), Hoyacillo (1.719 m) y Caballo Torraso (1.726 m) con su característica caseta de vigilancia de incendios, amén de otros cordales secundarios.
La bajada la realizamos por el corte central de la cima que la montaña ofrece en su vertiente oeste y que nos llevará, tras un fuerte destrepe, al Collado del Perenoso, si bien antes queríamos investigar otros "pasos". Justo después del destrepe que nos hace llegar a una preciosa navilla en vez de dirigirnos hacia el sur en busca del Collado del Perenoso lo hacemos en dirección contraria buscando el paraje que el IGN denomina El Blanquillo. Este lugar es un eden entre los edenes pues ofrece unas panorámicas fabulosas del mismo pico Blanquillo que por encima de nosotros se alza imponente. Lo continuamos un rato y vimos que ciertamente era posible acceder de nuevo a la cuerda de la sierra a través de torrenteras a cambio de fuertes trepadas. Y visto esto y no siendo nuestra opción volver de nuevo a la cuerdo sino bajar, nos centramos en intentar encontrar pasos ahora de bajada sin tener que hacerlo por el Collado del Perenoso. Primero por el lecho de una cascada que aprovecha un espectacular corte de la montaña para descolgar sus aguas desde las cumbres, que casi conseguimos, y luego ladera abajo por otro punto pero que no ofrecía la suficiente garantía de éxito. Y cuando hay que recular hay que recular.
De vuelta de la "investigación" nos dirigimos al Collado del Perenoso, uno de los pasos naturales más bellos que he tenido la suerte de conocer. Se trata de una "escalera" de piedra que la propia montaña ofrece, que en oblicuo la destrepa sabiamente hasta empalmar con el Camino de la Cañada del Avellano. Las vistas que se obtienen en la bajada hacia la Cerrada de San Ginés, con la Lancha de la Escalera detrás y la del Lobo a la derecha, son formidables.
Llegados al camino nos dirigimos hacia el Raso de la Honguera para encontrar un paso que nos bajara a la Cueva del Peinero siguiendo el Arroyo de las Aguascebas Grande. Y a la altura del Paraje denominado Las Nogueras (IGN) nos desviamos para intentar llegar a la Lancha del Lobo, que enfrente nuestro se levante egregio, para que desde allí divisar desde arriba la posibilidad de paso. Pero la espesura nos lo impidió. Tendría que esperar casi dos años para por fin encontrar el paso gracias al amigo Manolo MGO el cual previamente se lo había currado por su cuenta.
La vuelta la realizamos retomando nuevamente el Camino de la Cañada del Avellano, ahora en sentido opuesto, hasta empalmar con la pista que habíamos dejado en el inicio de la ruta que viene de Peña Corba. De allí a la Cerrada de San Ginés y en breve al puente que hace cruzar la carretera de la sierra sobre el precioso Arroyo de las Aguascebas de la Cueva del Agua, de donde partimos.
(En la descripción de esta ruta se entremezclan algunos textos adaptados de Enrique A. Martín Fernández de su libro Sierras de Cazorla, Segura y las Villas, con los mios).
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FOTOS DE LA RUTA
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Exención de Responsabilidad
Las crónicas que se publican aquí son meramente descriptivas de una actividad de senderismo sobre una ruta de montaña realizada por mi y/o grupo de amigos. Tanto el texto como las apreciaciones personales expuestas, itinerarios, informaciones, mapas, tracks y cualquier otro material publicado de la ruta pueden utilizarse libremente bajo la única responsabilidad del que los use, como ayuda o referencia para cualquiera que quiera realizar el mismo recorrido o similar, pero desde luego no como una guía de obligado seguimiento. Es decir, todo lo publicado se basa en mi experiencia o apreciación personal de lo que he visto, he vivido y realizado. Muchas veces son caminos inexistentes u olvidadas o poco evidentes, con fuertes pendientes y otras, mezcla de rutas existentes con "inventadas" o lo que yo denomino "a trocha" (fuera de pistas o senderos). Lo que para mi es válido, por mis capacidades, conocimientos, experiencia previa o gustos, puede no serlo o que no coincida con los gustos de otras personas.
Para hacer senderismo o salidas al monte minimizando los posibles riesgos, teniendo en cuenta la experiencia y preparación de cada persona, es preferible y conveniente seguir itinerarios balizados y homologados con la denominación PR (Senderos de Pequeño Recorrido), marcados con amarillo y blanco (son evidentes en carteles, pinos, paredes de piedra, etc..) o SL (Sendas Locales), marcadas generalmente en verde y blanco). Dependiendo de la experiencia y grado de preparación tanto técnica como física es conveniente y a menudo imprescindible la ayuda de aparatos como los GPS o la tradicional brújula y un mapa de la zona para orientarse bien o bien ir acompañado de personas con la preparación o capacitación adecuada para las actividades de montaña.
Disfrutar de las montañas y sus maravillas, cada uno a su manera, pero con responsabilidad.
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Gracias por compartir mis recuerdos....
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